Nos levantamos con tiempo. Desayunamos fuera del avance de la caravana ya que París es algo especial, a pesar de estar en junio el tiempo parece que alterna con una primavera eterna. Pero queremos deciros que del tiempo no tenemos queja.
Preparamos las mochilas y compramos como siempre el pan para el bocata del mediodía.
Cogimos como siempre el bus del camping que nos deja el la ya conocida Port Maillot, con la idea de ir a ver el Arco de Triunfo, donde el tiempo ya no era el de estos días ya que hacía frío. Os recomendamos llevar siempre un chubasquero, no porque vaya a llover (nunca se sabe) sino porque es ligero y corta el frío de maravilla. Casi nos calentamos en la llama del soldado desaparecido.
Cogimos el metro para ir dirección a la Place de la Bastille, callejear por Le Marais, Place Des Vosges, Opera de Pasis Bastille. El centro Georges-Pompidou, donde en su plaza nos comimos el bocata. Aquí siempre hay animación callejera, con representaciones de teatro, cantantes, malavaristas, etc.
Tras parar un momento agradable y reconfortante, entramos ya que tienen una biblioteca enorme con Internet gratis. Nos pusimos al día con el correo electrónico y mandamos mensajes a la familia.
Nuestros niños son una maravilla, no hay ningún problema con ellos el viaje se hace muy agradable. Es cierto que están acostumbrados a patear, por lo que no escucháis comentarios de que son un estorbo. Es cierto que para visitar algunos monumentos no son la compañía ideal, pero son males menores.
Luego seguimos paseando siempre andando en dirección a Notre-Dame, recorrimos la orilla del Seine, para ver nuestro destino la Torre Eiffel, donde nos interesaba llegar un poco tarde para ver anochecer en París.
Llegamos a las 20:30, compensa ir a esa hora ya que la luz para las fotos mejora y se ve anochecer, lo cual es impresionante. Subimos por la puerta Norte, pero deberíamos haber subido por la Sur, ya que te permite subir andando por las escaleras, hasta el nivel 1. Con ello consigues ahorrar dinero, ver el paisaje desde otro punto de vista y parar obligatoriamente en el nivel 1, que de otra forma irías seguramente hasta el nivel 2. Sólo se puede subir por las escaleras desde est puerta, no olvidaros.
Desde arriba hay una vista fenomenal de París, hemos visto anochecer, hay gente que sube y se toma una copa de champán, sacan fotos, nosotros estuvimos hasta las 22:00 horas, al final muy a nuestro pesar bajamos. Había unas colas enormes para subir a pesar de la hora.
Una vez abajo buscamos un sitio para cenar, cerca de la Torre, y no hay mejor sitio que una pizzería, ya que en eso estábamos todos de acuerdo.
Tengo que deciros que formamos una familia maravillosa, super-resitente, no olvidaros que Alex, tiene cuatro años y Marta 6 años y caminaron desde la plaza de la Bastilla hasta la Torre Eiffel, subieron y son las 11:30 y no se quejan. ¿Cuántos creeis que harían ese paseo? ¡¡ Me refiero a adultos¡¡¡
Los niños son una maravilla. Un fuerte aplauso para Os Virulos.
Bueno, la verdad es que estamos reventados, por lo que nos vamos para cama son las 1:30 (¡¡¡es super tarde¡¡¡).
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