Nos levantamos más tarde que de costumbre, el día de ayer fue muy intenso y los niños estaban cansados. La idea de hoy es pasear con tiempo. Todos nuestros viajes se basan en un poco de trabajo, más un poco de diversión, más un poco de trabajo y así siempre.
Como siempre, bus del camping, Metro y nos vamos en dirección a Notre Dame, para entrar y apreciar su maravillosas vidrieras. Luego nos dejamos llevar por la City, dando la vuelta todo su alrededor, pasear por la orilla del Sena, en dirección al barrio latino. Comimos un bocata gigante, de salchichas, en un puesto callejero, al lado de McDonald. Nos lo fuimos a comer a los jardines de Luxenburgo, un sitio precioso y tranquilo. El bocata estaba fenomenal. Mientras yo me relajaba leyendo El País, los niños jugaban con su madre en el estanque del jardín con unos barquitos que se controlan con un palo, y una vela y que con la ayuda del viento van de un lado al otro del estanque. Vale 2€ y se lo pasaron en grande.
Tras el breve esparcimiento nos dirigimos hacia el Museo de Luvre, donde al lado de la pirámide nos mojamos los pies en el estanque, que sentaba fenomenal. Sintiéndolo mucho no entramos, ya que para los niños es un rollo, y nosotros ya lo hemos visto en otra ocasión. Luego nos fuimos cruzando los Jardines de las Tullería. Nos sentamos en la hierba a merendar y ver una demostración de Capoheira.
Como véis estamos acostumbrados a patear.
Tras el breve descanso, recorrimos los parques Elysseos, que por cierto, no son nada del otro mundo, salvo por el HELADO, que nos comimos.
¡¡¡Casi llegamos al Arco de Triunfo, pero ya se hacía un poco tarde y decidimos entrar en un super para comprar.
Luego como siempre metro para Port Maillot, bus del camping.
Mami que hay de cena... COTOVELIÑOS...¡¡¡BIEN¡¡¡.
Cenamos viendo el partido Alemania-Turquia, los primeros estaban contentos a la vista de los gritos...¡¡¡no saben lo que les espera¡¡¡
Luego vimos las fotos.
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